Poeta al atardecer.

EN EL TRINO DE UN ZORZAL.

 

En la fronda de la estación otoñal,

de marchitos colores en sus hojas,

agradecía con sus cantos un zorzal,

el fresco rocío que la semilla moja.

 

Se detuvo el hombre en camino rural,

en atención al ave que trina y canta,

le pidió le dijera si había algún mal,

dejar al alma oír la voz de su garganta.

 

Sobre la hierba descansó su morral,

sin imaginar se quedaría dormido,

allí dónde ayer hubo maduro trigal,

un ave hoy hizo su sueño cautivo.

 

En el sueño se hizo también zorzal,

para aprender el idioma de sus trinos,

con ellos hizo de su garganta caudal,

lleno de hermosos cánticos divinos.

 

Después de aprender los trinos bellos,

les espera el hombre cada amanecer,

para unir en canto su gratitud a ellos,

por el pan y por el agua, por amar y ser.

 

Mariano Retamal Jara.

Poeta al atardecer.

Abril 13 de 2021.