Bañados por la luna aparecerá el elíptico sendero,
las nubes fugitivas llegarán con un halo brillante,
vapores transparentes de ilusiones
al corazón atarán la esperanza como mansas olas.
Mis fantasías trocarán el nuevo día,
como un columna de oro aparecerá refulgente la aurora,
los escondidos pensamientos, razón de mis delirios,
no llorarán jamás, sucumbirán cual frágil nave.
Caerá desde el templo del sol
las felices sombras y el hierro fundido desaparecerá,
el polvo sagrado congojará mi quimera,
laureles de victoria no serán frívolas canciones.
Las escarchas, centellas del cielo
adornarán las cuerdas de mi lira,
la luz de la antorcha llegara del celestial imperio
para ser la charla de los sabios, la hoguera limpia.