Cuando la mujer suspira, el hombre se inspira.(Alejandro Díaz)
Pensé que eras una flor en mi jardín,
pues tus hermosos destellos coloridos
te hacen lucir como un jazmín
con tus rojos labios sonreídos.
Pensé que eras la flor primorosa
que en mi jardín alegre relucía
porque tienes la elegancia de la rosa
con colores y tersuras que irradia.
Pensé, al ver tus florales líneas
adornando el jardín de mi vida,
que eras una hermosa orquídea
que abre su sonrisa en cada amanecida.
Pensé que eras un botón de azucena
ó acaso una cayena en botón
que juntos a las otras flores me llenan
de aromáticas fragancias y de color.
Me equivoqué al pensar que eras una flor
por eso a través de este verso decir quiero,
que no eres una flor, ¡No, no señor!
tú solo eres, mi jardín entero.