Eres esa tarde lluviosa en la que salió el sol,
Esa donde las aves no buscaron refugio en la tormenta;
Ni tampoco a sus pichones en sus nidos,
Porque simplemente te vieron y en ti lo encontraron todo.
Eres esa noche estrellada en la que se inspiró van Gogh,
Esa noche donde la luna nunca salió;
Donde las estrellas salieron en reemplazo de ella
Y te arroparon bajo su manto.
Eres esa linda velada,
Donde copas de vino chocan y rebasan su borde.
Esa donde no hacen falta flores,
Porque tú decoras la noche.
Eres esa linda mujer con el vestido rojo,
Esa que baila al son de la música
Y se embriaga con el olor de la flores.
Eres todo eso y mucho más.
Eres hojarasca de otoño
Y vaivén de primavera.
Eres ese olor de pan recién horneado
Y ese café que disfruto cada mañana.