Ese atildado mozuelo
con ínfulas de arrogancia
parece comerse el mundo
con su impostada elegancia.
Con bigardía alardea
de conquistar a las damas
sus lascivias intenciones
son solo al final soflamas.
Dice poder fascinar
con tan solo su mirada
arresto pone en su intento
pero no consigue nada.
Impávido al desaliento
muy consciente de su labia
se mantiene inamovible
no baja de su atalaya.
Si se baja de esa nube
podrá ver la luz más clara
abrazando la humildad
verá que el amor, se gana.
Classman