En tus brazos, abrazada a ti la tarde queda,
Cuando la noche con su oscuridad llega,
Trayendo consigo la incesante niebla,
Me abrazo más fuerte a ti en nuestra habitación negra.
Se escuchan las campanas desde las torres de la iglesia,
Tocan las buenas noches para las hojas secas,
Las contemplan desde lo alto las nubes pasajeras,
Mientras te beso con ternura des pies a cabeza.
Se escucha con nuestro amor inefable una música secreta,
Viene viajando desde la oscura y lejana arboleda,
El tiempo en avanzar no puede y mejor se espera,
Tú y yo, entre el día y la noche no hacemos diferencia.
Estás rodeada con el aroma de las violetas,
Estás iluminada con la luz destellante de las estrellas,
Te quiero y te amo con todo mi corazón, tengo la certeza,
Me abrazas y me rodeas en tus brazos y tu delicadeza.
Tu voz deliciosa me encanta escucharla, me gusta oírla,
Mientras veo el amor en tus cristalinas y bellas pupilas,
Me encanta estar abrazado a ti, disfruto tu compañía,
Escribo en la pared tu nombre, tan hermoso, María.
“Con mucho amor me miras, mientras yo te escribo para ti hermosas poesías, estaremos juntos para siempre, toda nuestra vida, te beso y te abrazo de noche y día.”