Como un fantasma acechás mi mente, con simulaciones de olvido, y tus ataúdes de amores.
Vuelvo y caigo.
Caigo y vuelvo a inundarme en un abismo de contradicciones y falsas esperanzas, de algo que no es.
Ni será...
Solo estás ahí, calando como una pequeña gota de agua en una Roca. Inevitablemente has navegado profundamente en mi interior, y sigo siendo acechada por tus pasos silenciosos y llenos de ironía.
¿Que hará el espeso tiempo al final de la noche?
Matarme lentamente.
Lentamente hasta hacerme desvanecer entre mis dedos.
RECH