Almohade

VENENO PARA EL CARACOL

No me quedan versos

tampoco me sobran las fuerzas

mis poemas se mueren por desidia

en este punto de encuentro

el viento al cielo le gano su tiempo

como la hiedra a la pared

o los tempanos al iceberg

las ventanas quedaron faltas de golondrinas

y las migas del pan esparcidas

nadie sabe nada

nadie vive con lo puesto

y nadie espera en el andén

las lágrimas no saben de lloros

ni de botarates subiendo a los pinos

la noche solo es noche

las risas huelen mal

y las novias virgenes exhalan eucaliptus.

Todo cambió en un instante

me fuí a dormir temprano,como tantas

veces.

Letras y libros,macetas en balcones

y girasoles volteando su cuello al sol.

No me quedan versos.

ALGUIEN PERSIGUIÓ MI NOMBRE

y yo le dí toda la razón

duerman bonito y no maten al caracol.