Juan David Barón Bernal

La Memoria del Recital de tu Cuerpo

Me reflejo ante el espejo y recuerdo los días en que tu imagen me pertenecía, parece que los años han pasado desde que te creaste en mis recuerdos, los días se volvían silencios evaporados entre palabras nunca dichas, aquella mirada contaba lo que los labios no podían pronunciar, nuestro lenguaje eran nuestros cuerpos, desnudos ante la inmensidad de la noche, tu esencia me permeaba y tus pechos eran el abanico que refrescaba mi respirar.

Pasaban los segundos y la humedad se hacía niebla a nuestro alrededor, el ambiente pesado no podía soportar la carga que por años llevaban nuestros pasos, te creabas en mi memoria en medio del recital de tu cuerpo, te tocaba como a un piano y mis dedos entre tus piernas no alcanzaban a plasmar una melodía perfecta, tan solo escuchaba en tu gemir la balada de los años que perdimos en soledad, parece que eras mi destino final y nadar en tus mares me hacía por fin llegar a encontrar mi gran puerto.

Ya llegaba el amanecer, tus montes me abrazaban, y el gran temblor tendría que ocurrir, explote en tus cordilleras y derretí tus Alpes, el paisaje nunca iba a volver a ser el mismo al que conocía, termino el espectáculo y no dejaba de apreciarte toda como un niño que descubre el mar luego de haber crecido en la tierra, ahora te abrazo, y en tan solo en momento quede dormido en tu sombra, al esclarecer el día tan solo era yo y mi espejo, en tan solo un parpadeo te entregue mi sombra y recibí a cambio tu recuerdo.