Sigo recorriendo los caminos por donde andas
buscando sin querer buscar, la estela de tu luz;
justo hacia a ti, me lleva el aroma de tu piel que
viaja en el viento y se refugia en mis comisuras.
Sigo dejándome guiar por el aleteo de tu espíritu;
frenética, sin que los mares me detengan a ti voy;
me remonto en la inmensidad porque tú me llamas,
me amas y te amo… en la tortuosidad de lo ignoto.
Sigo a la espera del que no espera, consciente e…
inconsciente sin detenerme a pensar si eres tú o yo soy
quien se resiste a renunciar a esta locura que a veces
se refugia en eternos laberintos de llanto, amor y dolor.