¡Olé! dije a la vida con vigoroso pujante,
¡era un toro impresionante!;
con trajes de luces: mis estudios mozos,
con banderillas actos, que encajaron buenos;
con el capote huidas en los alborotos,
con pica el talento al cumplir mis sueños,
con la espada la unión; matrimonio en votos
y la puntilla Cristo que mato a la muerte…
“Y en este rodeo cual mundo y la gente
Ofrecí montera al amor mi suerte;
la ovación bendita que brinda una plaza
dirigí a mi Cristo que del polvo alza. ¡Olé!.” Fin.
Lic. Isaías González Arroyo