Jesús Oscar Ugalde

Despegue

Temía la muerte,

por su unitario probabilístico evento,

brotaba, se herían los palmos,

convergencia de las aguas corporales,

convergencia de las respiraciones,

surge dolor en los sudores.

 

Qué pequeña es la ciudad, su cuadrícula de puntos lumínicos.
La acuarela de la noche:

La noche humana

 

La inercia de mi cuerpo es permanecer anclado al suelo,

Mi transpiración esta reclamando por temores anticipados:

Quédate en la tierra.

 

Se evapora esta humedad,

Vuela, mis oídos.

Vuela, mis manos.

Vuela, mis imágenes.

Vuela, mis recuerdos.

Vuela, mis pantorrillas que hormiguean

Vuela, la adrenalina me pierde.

 

Vivo del temor de la muerte,

Vivo de no pensar,

Y desconecta mi vida el vuelo.

 

A treinta mil pies, alturas que separan las alas de los caminos.

 

La escena de la ventanilla es

padecimiento de mis párpados,

la turbina no explota y velará por preservarnos

 

Ah, oscura paz, sueño que no me importa

Sueño que no opaca

 

\'Sh\', que quiero inmortalizar que despega sus cauchos del asfalto,

\'Sh\', lejos y ahora mi inercia está en el aire.

 

No duele la invasión o la incursión aérea,

Es placentera como repetir y probar y deleitar,

las oscuras ventanillas (cierra los párpados, duerme).

 

¿Qué sucedería de no vivir de miedo al miedo?

 

We are flyin\', aren\'t we?