El hombre materialista es inconforme
Insaciable ante todo lo que obtiene
Siempre quiere más, tener riquezas enormes
Pero es triste y vacío, mientras la vida deviene
El hombre espiritual de gracias a Dios,
Es altruista, nunca egoísta
a nadie niega su apoyo, sea amigo o enemigo
su riqueza espiritual no se palpa a simple vista
Pues la riqueza duradera
Se esconde en el corazón
No la busques nunca afuera
Que lo material no te nuble la razón
Ama a tu hermano
Quiérete a ti
Nunca le niegues tu mano
Pues Dios quiere apoyarse en ti