El silencio del alba
cual la quietud de una iglesia,
una alborada mística pinta
un primer rubor en el cielo,
anunciando el nacimiento
de un nuevo día, mientras
heraldos de la mañana cantan
Una coronación de un rey
jamás fue dotado con tal esplendor,
como la magnificencia de la luz,
al aparecer el fuego celestial,
empapando primero el horizonte
y después un reino dormido
con sus dorados rayos
Caprichoso es el humor de abril,
una pieza más en la rueda
de la naturaleza, lágrimas derramadas
desde nubes en cinta humedecen
la primavera emergente, saciando la sed
de nuevos brotes a florecer en profusión
en un mayo pendiente
Antes de que el cielo sea tiñado de color magenta,
el sol por rajaduras en las nubes se filtra
y se impone que la lluvía se escampe,
creando un lienzo para el artista a colocar
sus últimas pinceladas para consagrar
una aparición cual un salto de colores,
la maravilla de un arco iris
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