Desde la distancia que me impone tu mirada
Yo te busco, vehemente en el recuerdo
De la hierba en el campo que recibió nuestros cuerpos
De la sombra del árbol que cubrió nuestros versos
Temo al olvido que me acecha entre nieblas
Apagando el latido de tu piel en mi palma
Extinguiendo la flama encendida que está en la memoria
Del tiempo que pasa fecundando recuerdos
Desde la distancia, acerco mis manos para acariciar la memoria
Del ingenuo latido que partió de la nada,
Hasta alcanzar las alturas que me ofrecieron tus pechos
En donde contemplo y espero tu regreso en el viento
Temo la amnesia que me vela en la noche
Esperando el olvido de las sábanas frías
De la almohada desolada
Y el amor que repudia la mañana
Iluminando la alcoba vacía
Desde la distancia que me impone tu partida
Entre penumbras que acosan mi alma vacilante
Engendro un camino que invita al olvido
Al saber que fue el viento quien te lanzo al extravió