Porque las malas noticias
viajan con tanta velocidad,
será que a los seres humanos
les gusta la adversidad.
En cambio una buena noticia
cuesta para divulgarla
y cuando es poderosa
siempre tratan de ocultarla.
Una buena noticia
trae algún beneficio
y una mala noticia
su cuota de sacrificio.
Dar una buena noticia
es como decir una verdad,
como cuesta que nos crean
en la actual sociedad.
Las malas noticias traen
una mala consecuencia,
pero tienen asegurada
una nutrida audiencia.
Las malas noticias se venden
como el sabroso pan caliente
y siempre son disfrutadas
por gran cantidad de gente.
Dar una mala noticia
es una difícil situación,
porque se pueden causar
daños y preocupación.
Dar una mala noticia
no causa ninguna gracia,
pero si puede causar
una terrible desgracia.
Es mejor ser portador
de una buena noticia,
para poder disfrutar
dando una gran primicia.
Para dar una noticia
se debe tener prudencia,
para evitar un grave error
y un cargo de conciencia.
Autor: Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,05/04/021.