El reloj de mi estancia
Tengo un reloj en mi estancia
que me mira fijamente,
su sonido es cadencioso
sus manecillas doradas,
siempre contando minutos
marcando silencios, tiempos…
unos se me antojan largos,
otros que son sólo instantes.
Su caminar…, incansable
empujado por el tiempo
que es a veces añorado
y otras, es algo odiado.
¿Cuántas veces le he pedido
que se detenga un rato?.
Hay momentos en la vida
que necesito más tiempo.
Es que éste se me acorta
cuando te tengo a mi lado
y su tic tac me enloquece.
Tus besos duran segundos
me atrapas con tu mirada
y mis tiempos se detienen
convirtiéndose en instantes
de esta carrera loca.
¡Ay! relojito amigo
que envuelves tus minutos
con silencios cautivantes
de sueños de terciopelo.
¿Comprendes ahora mi anhelo
de detener tu tic tac?
Es que mendigo minutos
que tú no me quieres dar.
maria_dg