Gisselle CS

SIN TÍTULO

Tristes sentimientos que cuelgan de éste corazón que está hecho trizas;

no puedo llorar más, ni renacer.

 

Estoy condenada a ser nada.

Lo que pienso de mí parece nunca existir,

Pues lo que fui se ha ido con el viento.

 

Y se escuchan retumbar las campanas en algún lugar que nadie conoce,

Y la gente anda por ahí sin escuchar,

Sopla el viento de aquí para allá,

Y las aves, y los peces

Pero la gente no escucha,

No siente;

Y yo todo lo observo, y todo lo pienso

Y sobre todo, todo lo temo,

pero más temo por mí

Y por ésta mi sensibilidad explicita, porque ya he sido condenada

Condenada a ser esto que no soy, que no conozco.

 

Y se supone tuve que haber renacido en algún momento, pero no lo siento,

sin embargo siento esta desesperación asfixiante, irreal; esto que siempre he sido

que no sé pero siempre he sido.

Hoy tomo el café cargado como cada mañana, y veo las aves,

y noto mi reflejo en el espejo pero no veo nada nuevo, solo lo que antes siempre vi, nada, tal vez nada pero con más edad.

Y como siempre pido ésas respuestas que no llegan, que nunca vendrán- al parecer-

Y me asfixian éstas malditas preguntas que me han perseguido siempre, y de la única respuesta que estoy segura es que viviré condenada a ésta mi realidad llena de verdades desnudas que sólo yo sabré,

condenada a éstos mis ojos que me dicen verdades cuando los silencios son largos, esas verdades que prefiero callar.

Y me siento algo que nadie entiende, y me imagino sabiendo algo que nadie más podría saber.

Vivo mi propia fantasía utópica; pero cómo cada tarde de primavera para mí no hay inspiración y sin embargo mi corazón me dice verdades difíciles de digerir;

hoy tengo mi propia voz, ésa que siempre he tenido, y que alguna vez se apagó, tengo mi propio fuego interno pero me siento nadie porque he sido condenada por escasos y yo soy todo menos lo que se imaginan,

pienso mucho y aveces pocas palabras me acompañan al hablar, y de mí solo puedo decir que no he renacido, 

ni renaceré sin respuestas.