Arena del desierto se refleja en tus ojos,
la soledad de las dunas en tus manos
acaricias la tierra grano a grano
vestigios perdidos de aquellos besos.
Susurros de suspiros que no llegan
dormitan en tu pecho
escapa en la tormenta de arena
el aire que te falta.
Tu cuerpo entumido se relaja y espera
desolado, anhela, sin saberlo, tú presencia.
Tus labios húmedos, oasis llega.
Tras larga espera,
la vida queda.
@Derechos de autor María José Luque Fernández.