En la luz del alba puedo encontrarte,
o en el silencio de la montaña,
en las iniciales de una letra eterna
o en las consonantes protectoras…
En las hondonadas luminosas del río,
en las luciérnagas que habitan tus ojos
o en las manos cuenco y tesoro.
Puedo encontrarte siempre
donde huele a vida, mujer,
donde se esparce el consuelo
que ante la muerte repartes
con un beso, porque eres lágrima y más…
Eres pureza , eres alfa y omega,
la continuidad del germen,
el cántaro donde el agua es fuente.
Y cuando la fruta es pasión y deseo
el aire verde de almizcle fecunda.
Con las alas desplegadas puedo verte
trazando caminos, sosteniendo el sol,
curando heridas, derrochando aliento,
dejando huellas por donde pasas
con la luna en los hombros
y en movimiento constante.
De día eres remolino de carne y hueso
y por la noche, te quitas las alas de ángel.
Publicado en Antología de Poesía Femenina Contemporánea, 2020. Editada por Fondo Kati .