Después de tomar decisiones estúpidas por mucho tiempo.
Perdí todo aquello que algún día me hizo sentir vivo.
El reloj se detuvo a las 12, y avanzaba demasiado lento.
La escala de grises se apoderó de mi vida, todo esto sin motivo.
Por años estuve perdido en mis pensamientos torpes.
En idas y vueltas que no llevaban a ningún lugar.
Mis pensamientos frágiles, rápido se dividieron en bloques.
Me olvidé de lo que era sentir, querer, gozar y amar.
Tras varias copas de vino, recordé el día en que te perdí.
El día en que te rogué hasta el cansancio que no te fueras.
Que te importó muy poco, todo lo que te lloré y lo que sentí.
Seguiste tu camino, como si yo no hubiera estado ahí.
Ayer en mi estado natural (total ebriedad), me llegó la nostalgia.
Y te mandé un mensaje, sin esperanzas de absolutamente nada.
Mi sorpresa fue, que habías visto mi mensaje, y me contestaste.
Sentí en mi ser, ese oasis en medio de la nada.
Ella no volvió, yo la hice volver.
Ella no volvió por su voluntad, porque recordara lo que conmigo era estar.
Ella no volvió.
Ella no volvió, debo dejar de tener esperanza.