No sé hasta cuando he de esperar,
Las gotas de lluvia se detiene
Suspendido en la persiana...
Los cristales de la ventana
Se opacan igual que mis ganas
De saborear el café de tus labios,
Café amargo, frío; sin azucar.
Durante las lluvias de estos días,
Las golondrinas no volvieron,
Tal vez se fueron y anidaron
En la campiña de las montaña.
Por otro lado, la melancolía
Asumó su cara por la rejilla,
Entró en mi ser hasta el alma,
Ahora brotan como sudor
Impregnado en mi piel.
Mira, aunque el río de tu pecho,
Está fluyendo la indiferencia,
Yo me aferro a la esperanza.
De que vuelvan las golondrinas
Que encuentren también un lugar,
Donde las gaviota echan el vuelo,
Allí he de encontrar consuelo.
Como decirte con la mirada
Que te extraño...
Porque estas a mi lado,
Pero te siento tan lejos.
Alex Gramt