Oscuros horizontes calcinados
cual heridas que se encarnan traicioneras
son amargas gotas que en su esencia
deciden la fuerza de la ausencia
Son palabras emergentes que en añicos
como fantasmas oscuros sin presencia
escarchan en sus pálidos vocablos
el sentimiento equivoco del alma
Traen momentos de trágicas pasiones
y se escudan bajo lechos incitantes
que permiten se conviertan las razones
en la alquimia de cuerpos palpitantes
Todo acaba en caos suplicante
de amores prohibidos anhelantes
y al final, solo queda el karma que castiga
o permite que si caigo…
¡Me levante!
- Rafael Blanco -