Lourdes Aguilar

A CIEGAS

No te atribule la asuencia

ni en mucho estimes la separación actual

no me hace falta, lo aseguro

si así lo quiero para tenerte junto

 

Tenderme en el colchón mullido

hacia la ventana donde asoma un pino

y en el sahumerio el olor a menta

que alienta una diminuta vela



Me basta cerrar los ojos para verte llegar

y ante mi fingida ceguera sonríes

sonríes mientras tus dedos silentes

palpan trepando a partir del tobillo

mi respiración se acelera

de mi espina parte un cosquilleo

a cada toque palpita mi cuerpo

trémulos se entreabren mis labios



Y siento sobre mí tu peso

incendiando mi piel con tus besos

tus miembros viriles que disfruto en penumbras

la espalda donde deslizo mis manos

que quisiera lavar en tan bravío torrente

tu cuello que muerdo despacio

tu lengua incansable paladeando urgida

buscando al grito desatar su avalancha

el pecho que clama dejar éste mundo

el navío que busca con el mar hacerse uno



Cuando cierro los ojos llegas puntual

mis pupilas se llenan de ti

mi cuerpo expectante y cerril

se puede pasar las horas

dejando las sábanas impregnadas de sudor y placer

hoy como ayer, hasta el juicio final