Entre tantas cosas que hay en el transcurrir de los días
con su ruido ensordecedor
encuentro la tranquilidad en tu mirada,
el amor en toda tu piel,
la serenidad en tus cabellos
y la compasión en tu boca,
te encuentro a ti,
siempre a ti.
En las madrugadas de caricias la piel y de besos la boca.