Tuve el pensamiento de respetar mucho más horas
Porque hoy no lo hago.
Es que a veces te encuentras con casualidades muy consecuentes...
Tal vez, si cuidara más las horas podía conciliar el sueño, coincidir en un ensueño, o suspiro relampagueante.
Cómo reloj cojo, como telón roto, rebosante con desplante de moto que avanza y tira líneas tras de sí.
¡Que será de José, el pobre tintorero!
Que descose sombreros para darlos al vaquero...
Y celebra su paseos en saltos diarios sobre la loma. Ostentosa altura de polvo y gallardía.
Otra es la tela que antes cosía...
¿Cómo arreglé la aurora del medio día,
y la mansión de primavera?
Y los zurcos que dejé en la piel de los higos los recuerdo con cariño, cómo algún otro retazo que retraté al azar...
¡Y por despiste!
¿Y...si conservo y guardo las horas sujetas al pañuelo de los recuerdos de la alegría?