Luis M. Castillo

Rabia Dulce

 

Arpa intacta a la voz su cuerda ,

Sigilo en tedio,

Sobre lo mudo estridente, 

Hostil acorde por cadencia, 

Alma mater ante negra presencia.

 

Gime la nota al llanto ,

Cual petalo en párpado ominoso,

¡Rabia dulce , Dulce rabia !

Aviva la pena banal de los vivos, 

Haced de su aliento el himno condenado.

 

Al fondo bien arriba se palpa, 

Caricias al cuello de un viejo laúd, 

Retumba la gris recina de los vientres ,

Jubilo en la cuesta de su dulce eter,

Rabia blanca de madera apiada.

 

Cirios flamantes en carcajadas tiritan ,

Componen por locura la escritura esclava,

Encadena los dedos por abstractos vestigios,

La mano por pluma impone lo prohibido ,

Infierno en lineas de la herencia muda.

 

Amad esta infame tragedia y espera ,

Preside el juicio de armonias blasfemias ,

Ocultad tus versos sin el tiempo vencido,

De nuevo interno por las cuerdas lancinantes

¡rabia dulce, dulce rabia!