\"No puedo decirte nada, aunque tú me comprendes.\"
Vicente Aleixandre
Igual que el sol a lo oscuro domina,
las horas llenas con tus grandes ojos.
Tú debes ser como un río venturoso
o el mar que ruge al golpe de la brisa.
Ahí yaces a mi vera, perra mía,
reposa tu faz sus misterios hondos.
En ti pasó ya el tiempo del cachorro
y se fue tal oscuras golondrinas.
Tú, ser indómito y de alma rebelde,
princesa vírgen en el país del juego,
en torno gira un mundo que no entiendes.
A tu lado, el día se hizo más longevo
y vibran por ti los cielos fulgentes
y, como Ulises a Argos, yo te quiero.