Me enamoré de tu silencio,
De la presencia de tu ausencia.
Me enamoré de olvidar tu recuerdo,
De la avaricia de tus encantos,
De tu amor sin alma.
Me enamoré de tus resabios,
De la insistencia de no estar,
Del sol que cubre con tu sombra,
De la almohada donde guardas tus sueños
De tu rostro de mañana.
Me enamoré del maquillaje que no usas,
De la artritis que acaricia tus huesos,
De quererme sin decirlo,
De desahogarte en otro río,
De tus dietas, tus ejercicios y de tu cuerpo.
Me enamoré contra ti
Cuando enloqueció mi pensamiento,
Cuando ya no eras mía.
Me enamoré de ti
Cuando te conquistó el viento.
Me enamoré de ti,
Lucho por creerlo.
Me enamoré de ti,
Y apenas lo sabrás algún día
Cuando en ausencia de mi mensaje dominical
Recibas la mañana fría.
Del libro Olvido existencial.