Balcones, balcones grandes
de la América española,
la que trepó a las mesetas
viviendo la vida loca,
la que lenvantó murallas,
zanjas, huecos en las rocas,
las que escaló las montañas
conquistando a toda hora.
Balcones alucinantes
donde me siento a mirar
todo lo que pasa afuera
debajo de mi sentar,
sin esperar a ninguno
que no quiera trabajar
para ganarse el cariño,
de mi alegría y pesar,
mil cosas que da la vida
cuando te quiero encontrar.