Como río sin agua;como árbol desnudo;
como libreta en blanco;como pozo vacío;
siento ese vacuo herir mi cuerpo mudo
que me lleva al final del averno su hastío.
No se me ocurre nada del contínuo huír
de mi cuerpo inmundo,que ya por defecto
deseo despegar para con la muerte dimitir.
Fémina no escucha que mi hecho y mi aspecto
me lleva por desecho a cloacas realidades.
Porque no es querer ni alboroto voluntario,
ni mi avaricia sexual,sino un ansiar efectivo.
Caballerosamente aguanto este gran calvario
y si la Muerte me abrazare,que sea definitivo,
pues en adelante me llevará a las puertas infernales.