Es ave que nace libre
en tropicales montañas
luciendo siempre plumajes
de un atractivo esmeralda,
con pinceladas de fuego
que su belleza resaltan.
Surcando valles y cielos
va la hermosa guacamaya,
se desplaza portentosa
dejando su hermosa flama,
su canto es triste elegía
que desconsuelo presagia.
Peregrina bulliciosa
amiga de las cigarras,
comparten el territorio
donde la tarde descansa
dejando espacio a la noche
que llega de luna blanca.
Su belleza fue condena
convertida en fatal drama,
cuando el sueño la abatió
y la estupidez humana
con su maldita avaricia,
la doblegó como esclava.
Perdió toda su ilusión,
pesadas sintió las alas
no tuvo donde volar,
la tenían con aldabas.
Rodeada de barrotes
la penetró la nostalgia,
hasta que sintió la paz
volando libre al Nirvana.