Hojas rasgadas con pasión.
Una canción que nos cubre.
Una extraña sensación
que anida en el corazón.
Cuando por las mañanas
me llama la atención que ya no estás.
En cada anochecer,
se reavivan llamas de la pasión.
Que comenzaban a encender,
no se porque pero en sus ojos el brilló de las estrellas empiezan a aparecer.
Suspiraba por aquella mujer.
Que podía hacer?
Más que dejar nacer este sentimiento,
fundido entre gotas de placer que su piel desprendía.
Nuestros cuerpos se consumían.
Ardían sus labios en gemidos.
Marcaba en su pecho el estrecho de Magallanes en cada beso.
Era presa del encanto de aquella diosa,
mi fiel musa que me inspira,
al desnudar en su piel
Un nuevo verso que contrasta
con la luz de los astros con su amor.
engendrada esta en mis palabras,
la inspiración que lograba dar a este lucido escritor...
En noches negras cuando lograba narrar en el papel aquél amor fundido entre sábanas mojadas.