Una mirada entrecortada, una entre cerrada sonrisa
y el corazón a mitad de ambos mundos.
Como si desenmarañara los misterios ya resueltos de nuestra existencia,
o como si faltara un cigarrillo en la cajetilla.
Corazón, sírvenos un trago más amargo del mismo sabor de tus caderas,
o tu gemido en mi oído.
Son arenas de nada, como un borracho sin cerveza,
como una puta sin sexo, como una monja sin Jesús o como Neruda sin pablo
Es torpe, rebuscado, sin ritmo, sin contrapunteo o sin remate
Pero joder mujer que sexo…