Tu recuerdo habita en mi,
aunque ya estés marchita,
y tu fragancia ya no extienda,
aquel olor que al placer invita.
Me sacié, tal vez, cegado
por tu pócima tan adictiva,
que insaciable malgasté,
hasta que te aparté de mi vida
Te aboqué a la soledad,
sin ser consciente que morías,
y no respondí al mensaje,
que tu perfume contenía
Arrepentido de olvidarte,
te guardaré pétalo a pétalo,
en el libro de mis recuerdos,
Entre letras que te abracen
José Antonio Artès