Soñé con una playa
en la inmensidad del océano
las huellas del paso del tiempo
se reflejaban en sus pisadas.
Soñé que acariciaba las arenas
con sus pies y su sombra,
mientras esperabas al marino.
En ese sueño le ofrecí
en bandeja con remos,
el mar de mis amores.
Al despertar me encontré
que el mar de su amante
rompe olas en otro mundo,
y goza su luz, en lo más profundo.
Por el mar de mis amores
navega un barco de papel
navega y navega el barco,
desde entonces sin timonel.