Ben-.

Yo también-.

Sí, yo también nací aquí.

Para más señas, en el 76.

Donde el sexo era la única preocupación

y el vino, la única forma de evadirse.

Da igual si se trataba

de matanzas horribles de cerdos,

o de boñigas perfumadas de caballo.

El caso es que naciste por aquí.

Como un eje que partiera en dos

tu vida,

ya no perteneces, por méritos propios,

a ningún sitio.

 

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