AMIGO DEL ALMA
Se detenían todos al pasar,
ante caballero de buen vestir,
de muy decente y sano decir,
y verbos de amor para entregar.
Se detenía a dar de su morral,
su buena y saludable semilla,
con manos puras y sencillas,
de apartado y generoso corral.
Me miró y sonrió con calma,
en tanto repartía de su trigo,
me habló llamándome amigo,
amigo para llevar en el alma.
Poeta al atardecer.
Abril de 2021.