Ahora es invierno,
el viento nos recrea un alfabeto sutil
al roce de la hierba y las flores
un alifato de aromas, melancólico y mustio
Las aves entonan lánguidos cantos sobre la arboleda
Haciendo guirnaldas al amor con sus hojas frescas
Un delirio de trino y vuelos agitan el latido del cielo
Como preludio al chubasco y al aguacero
Bajo la lluvia, los niños juegan con luciérnagas
Persiguen mariquitas para alcanzar los sueños
Como al Dios del campo, que escondió los astros
Para dar paso a un diluvio de ilusión y juegos
Las mañanas son color de plata, como la canicie que hoy me abraza
Pero antes de los años, hubo inviernos de verdor y desvarío
Cuerpos desnudos bajo el delirio de la llovizna
Embriagando la piel de lavanda y nardo
Ahora es invierno, el cielo muta de albo a oscuro
Evocando soles, invocando lunas
Como los recuerdos que me acerca el viento
De tus ojos tiernos, como amor lejano
Entre el invierno y el verano