Hoy tus labios temblaron
frente a mis ojos
no querían contarme
… mas lo sé todo.
Nerviosa te pusiste
mi mariposa,
y tu rostro blancuzco
cual nívea hoja.
Mi paciencia perdida
… descontrolada,
y el terror de tu mente
se incrementaba.
Mas igual fui paciente
como jamás…
Mi furia desatada
pude domar.
Hoy pasaron los años
y unidos vamos
y así nos mantendremos
mano con mano.
Las cosas de la vida
cambian su tinta,
cuando existe respeto
y el amor brilla.
Jorge Horacio Richino
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