Desconozco quien dio látigo a la tiranía, la gente nació del patriotismo
Previo a conocer lo que es escarmiento, se vivía del liberalismo
Antes de tirar cadenas para mover el carruaje del gobernador
Era real porque se distinguía, se cataba el nacionalismo.
Y no había borde de lenguajes y manos, de Ecuador al Salvador
No se exiliaba biografía de la tierra ni por el más viajero historiador
Se levantaba ufano, con orgullo latente cualquier y toda hilosa bandera
En signo de revolución, a la jerarquía de un embajador, emperador o senador.
Ahora el bullicio de la ciudadanía en flamante silencio espera
Se levantan aliados en unisón, más altos que la cordillera
A reclamar aquello cual les pertenece, ambos a ellos y a la historia
Hasta que sus voces se oyeran y las suela de sus pies doliera.
Su rebelión clama victoria, no va más lejos de la memoria
Donde está el pecado, de volver su patria a su antigua gloria?
Cuando cada granizo pisado era más que solo un granito
Y para disfrutar los festejos del país, no era necesaria la auditoria.
Algún día la dictadura caerá, el tirano regente dará cuenta, su gente no lo necesitó
La sumisión abrumadora de la gente y la presión del látigo se debilitó
El país se alzó, volvieron oído su clamor, sobre el jerarca se levantó
Y el pueblo? El pueblo qué? Pues, después de largo tiempo, el pueblo por fin gritó.