Sin pensar en mañana, caminaré sobre tu nombre;
deshojaré margaritas, me beberé tu aroma a café
envuelta en la parsimonia que irradian tus ojos…
me atrapan y me atan entre parpadeo y parpadeo.
Tomaré tu mano, entrelazaré mis dedos en los tuyos;
mientras te cuento miles de historias que aún no sabes
acunada en tu regazo vemos a la luna pasar de lejos,
las horas se desvanecen descolgadas en el amanecer.
El tiempo no hace mella acrecentando estas ansias
de perderme entre tus espacios adosada a tu alma,
entretejiendo con tus hilos las sublimes fantasías
que viajando en el infinito me elevan y encaraman.