Jesús Oscar Ugalde

Paisaje indeterminado

Fantasía sublime, real, inerme,

danza llana y espontánea

en un rincón, un pequeño espacio,

en el turno cedido por la inclemencia,

dedicado al encanto.

 

Escenario inmóvil, único

(acaso salvaje)

en la penumbra de la noche,

del cansancio y del hastío,

hipnótico suceso donde los sentidos resucitan,

apagan el ansioso letargo del espíritu;

son los amos y señores del momento.

 

En los escondrijos de la fortuna,

donde la imaginación es libre,

el ánimo revienta por placeres,

está prohibido entrar con el prejuicio

del yerto espíritu que no concibe la alegría.