Tú fuiste la cosa más hermosa
que me pasó en la vida,
me diste el amor más fuerte,
especial y puro de todos.
A nada ni a nadie en este mundo
quise o querré como a ti,
fue porque me parecías tan lejana
como las estrellas que veía
cada noche por mi ventana.
Pero no cualquier estrella
sino la más brillante, fulgurante
la más reluciente, pero inalcanzable.
Y sin saber cómo, te alcancé
logré lo que parecía imposible
logré atrapar una estrella.
Llegué hasta ti
llegué a tu corazón,
y supe que me esperabas.
Durante tanto tiempo me esperaste
y yo sin saber que existías
hasta que una casualidad nos unió.
Nuestros corazones se llamaban
pero no se conocían, se extrañaban
sin saber cómo encontrarse.
Aquel primer beso
en aquella noche estrellada
fue como sellar un pacto eterno de amor.
Te entregaste a mis brazos
y yo a tu corazón
simplemente disfrutando el momento.
Cada uno llenaba el vacío
que en nuestras almas había,
dejando entrar la luz celestial.
Tú fuiste la cosa más importante
que en mi vida ha pasado,
y por eso mi princesa
siempre me quedaré a tu lado.