Voy en pos de ese cariño
que me llene de ternura,
que me inspire y me seduzca
con un muy leve suspiro;
un amor casi divino,
que me regala la luna,
una obsesión que me abruma
fruto de un dulce capricho;
ese sueño que he guardado
desde viejas primaveras
como un lejano regalo
de celestiales estelas;
un ser que pueda guardarlo
como la joya más bella...