Levantarse muy temprano,
lavarse la cara un poco,
conseguir hacer las papas
para comer otro poco,
vestirse sin mucho tino,
conversar lo que no es queja,
contar las cosas mejores,
olvidarse que una es vieja,
y salir para los campos
en un coche que es de paja,
manejándolo despacio,
para aprovechar las ganas
de andar sola en este mundo
que la vida te depara.