Cuando nacemos nunca sabemos
que nos repara en la vida,
más nunca entenderemos
si en el camino seguiremos.
Cuando empezamos a vivir
en el proceso de la infancia;
miramos sin importancia
lo que al rededor pueda existir.
Empezamos la adolescencia
y todo empieza a cambiar,
la conducta, las emociones
se empiezan acelerar.
Pasamos a la juventud
el centro de nuestra vida;
nuestra época de oro
y paraíso tambien.
Llegamos a la adultez
y formamos los hogares,
vienen los hijos y más
responsabilidades esta vez.
Caminamos a la ancianidad
el cuerpo se va cansando,
las energías vencidas
hasta que; se nos va LA VIDA