Raiza N. Jiménez E.

ÁGUILA Y GUARDIANA.-

Si tu alma fuera un águila

volando junto a ti estaría,

yo en águila me convertía

y  en el vuelo te atraparía.

***

Las densas lomas del Ávila

a recorrerlas te llevaría.

Así, las montañas y los valles.

Desde allí, tu  poderío  verías

y desde los altozanos la lejanía.

***

Te haría un palacio en el cielo,

cerca del fin del mundo,

para que dominarás

todo lo que está a tu vera.

***

Mi vida daría por cuidarte.

Y consagraría mi poderío

para mimarte y adorarte.

Tal como tú lo merecieras.

Todo ello, para poder amarte

sin que nadie allí nos viera.

***

Y si alguien pretendiera,

con osadía,  a ti  dañarte;

ya en Águila convertida

y en  tu palacio alojada;

traería para ti los guardianes

más valientes que existieran.

***

Te llenaría de mil regalos

que en la niñez anhelaste

y los más preciados presentes,

que en algún día tú deseaste.

***

Y ya pasados muchos años,

nadie podrá hacerte daño.

Allí, te continuaré cuidando

y  te  seguiré mimando,

más allá de tus quimeras.

***

En ese trono de rocas

cerca del cielo y las estrellas

muchos reverenciarían

tus pisadas y tu estela…

***

Y hasta yo misma caería,

Mi amor, rendida ante

tus imborrables huellas;

cual una humilde doncella.

***

¡Si tu amor está expuesto,

cuídalo de un final funesto!