Y suena una risa en torno
cuyo eco aterra
incluso a quien no la oye ni asomándose
a la noche
desde la ventana más alta de su torre
que crece sobre el vacío
al marchitarse las estaciones
en campos plagados de flores
a la sombra del cielo rojas
y salta y se derrumba el mundo
en mil pedazos con sus murallas
abajo