Oh de mi vida
el conteo en reversa
comulga con las hojas muertas,
sobre mis lamentos
corceles de sombras
abandonan pesadillas
entre lágrimas de noche.
Tú que tienes el poder
de arrebatar el aliento
entre los pedazos del corazón,
se también abogada
en el confinamiento del dolor,
sobre las penas que en muros
se trazan obtusas
como látigos en los costados.
Temo el miedo sobre
tus miedos
y la noche que oculta rostros
en la incertidumbre rota,
los claros a lo lejos
recelan sobre oasis incógnitos,
¡ tal vez no los encuentre!...
Tú, visitante a orillas
del corazón dormido,
en los fuertes eres sultana
de los barrotes y las barracas,
tus pies de seda agracian
los palacios con tu estirpe,
llevando a los imperios a la muerte
entre rosas y claveles…
Sobre mi integridad
eres única,
tal vez eres dolor…